Las cosas que funcionan, no siempre marchan bien. Funcionar significa que continúa realizando sus acciones como siempre. Que marche bien, es que esas acciones sigan dando buenos resultados. Nuestro amor siempre funciona, pero a veces, no marcha.
Somos un amor lleno de duda y distancia. Somos dos vidas paralelas que sabemos crecer sin tocarnos, pero cuando nos tocamos, crecemos todavía más. Corremos cuando estamos juntos, porque el tiempo nos echa una carrera en cada estación. Somos lentos, puede que eso nos mantenga mucho tiempo en pie. Nunca me has dejado subir dos escalones seguidos para aprender a no tropezarme con mis prisas. Pero siempre me has llevado de la mano, y por eso, tenerte, implica algo más importante. Soy un corazón que ha viajado por la certeza del destino, que me he hundido en amores profundos y he creído en todos ellos. Y tu viniste de la superficie para bajarme del cielo. Parecías como el soplo de aire que siempre faltaba, y que acaba quedándose aún sabiendo que somos incompatiblemente imperfectos.
Nuestro amor es como subirse a un avión a punto de despegar. A veces, parece que planeamos, pero todavía no hemos echado a volar. Aunque ¿Sabes una cosa? Tenemos todo el cielo del mundo. . .

No hay comentarios:

Publicar un comentario