Porque se de lo mucho que te gustan estas cosas. Porque se de lo mucho que vales, y no es poco. Porque pueden pasar los años, así como los minutos y con ellos mil textos y siempre tendré que decirte más. Que eres un corazón fuerte en medio tantos corazones frágiles, corazones que son capaces de dejar de latir por verte sonreír o latir más fuerte. Eres de las que no saben lo que son los brazos cruzados, de las que no saben lo que es sentarse a observar, de las que enseñan. Que contigo son dos pasos y una carcajada. Contigo son tres abrazos y una vida juntas. Una vida que aun va por su primer capitulo, una vida que le falta vivir, pero no sabe vivir sola. Eres de las que siempre se necesitan, de las que no pueden faltar y nunca lo hacen, de las que no pueden fallar, y jamás, jamás fallaron. Que si es contigo me atrevo a lo imposible, porque no hay imposibles si lo hacemos juntas. Podrían pasar las vidas y no terminaría jamás de recordarte que por cada sonrisa tuya el sol brilla más fuerte. Son, juntas, por supuesto, incontables noches de irracionalidad, de no pensar ni para hablar, de actuar por instinto y de reír porque si, de equivocarnos y aun así sonreír. Son esas noches de vodkas de más, de beber para no de recordar o quizás de recordar para beber más. Son esos días que deseamos comernos al mundo y hacerlo nuestro, que seguimos autos para no matar la costumbre de buscar entre patentes. Son esas lágrimas de más que siempre se supieron secar justo antes de que me hagas reír o yo a ti. Estoy tratando de decirte que quizás suene un poco cursi pero el mundo me sonríe desde que tú lo haces. De los amores que han pasado, de los que están y mañana ya no, de los que están y seguirán, de las tantas veces que buscamos al amor sin encontrarlo, y aun así preferimos una botella de alcohol, un acento raro y un bar que se cerraba cuando nos sacaban bailando y a la rastra, y aun así queríamos más. Así como hay cosas que simplemente son inolvidables, hay notas imborrables, esta es una. Jamás me olvides. Jamás olvides lo mucho que nos queremos, lo mucho que compartimos y las promesas que hicimos. Si tú te vas, yo voy contigo. Por que sólo tú sabes que para hacerme reír sólo hace falta enojarte un poco. Sólo no olvides los secretos de aquella noche, jamás olvides que guardas mi secreto más profundo y eres la única a quien se lo he confiado. Que si tendría una copa la alzaría por ti, y por todos los años que nos quedan por delante. Porque estemos juntas, tanto tiempo como el que te quiero, de aquí al infinito. Que sea por ti, por mí y por los sueños compartidos. Y que siga la vida, que sigan las copas de más y las inconciencias. Que sigan las risas en una calle vacía mientras amanece. Que sigan las complicidades. Que siga todo lo que tenga que seguir, que la vida sabrá a donde vamos, sólo espero que estemos juntas. 
Quizás sea su sonrisa. Quizás sea su manera de hacerme reír y de reír conmigo. Quizás sus locuras o sus ideas inesperadas. Tal vez su manera de divertir lo aburrido, de hablar sin parar y hasta el cansancio, o hasta que los ojos se nos duerman en una cama para dos donde caben tres o quizás cuatro. Posiblemente sean nuestras diferencias o nuestras similitudes. Que hacer cosas sin sentido tiene más sentido si lo hacemos juntas y olvidar que duele suele ser más fácil si estás conmigo. Puede pasar el tiempo y será como si nada, o puede pasar nada y jamás perder el tiempo. Que beber para olvidar y olvidar para beber suele ser más grato si lo recordamos juntas. O que el color de los autos puede doler más de lo que imaginas, y solo tú lo sabes. Que entre tu y yo se esconden mil secretos y dos o tres canciones que nunca vamos a olvidar. Son un par de noches de verano, de esas que saben reírse hasta llorar o llorar hasta reír. Y podría recordarte mil locuras más. Que aún no entiendo como llegaste aquí, pero no quiero que te vayas, que no somos de abrazos y "te quiero", somos más bien de golpes y agresiones, sin embargo tu sabes de lo mucho que te quiero y se de lo que vales y mucho queda pequeño. Que hemos compartido menos de la mitad, y aún así es toda una vida. De esas personas que no saben por qué, ni para qué pero te encanta que estén, y ahora solo me queda decirte que cuentes conmigo. Que aún me quedan risas para reír contigo.


Decidió entonces alejarse de un par de vidas, decidió empezar a creer en los besos de alguien más, empezó a encontrar una nueva razón para volver a creer que el amor existe, que existe y está. Es un cuento de esos que se empiezan a escribir y se dejan a medio hacer, pero entre beso y beso, sigue. Una idea que no era y que de repente fue. Y escondidos bajo la sombra de algún árbol se siguió escribiendo. Aún tengo ganas de un sábado perdidos por ésta pequeña ciudad y enredarnos en algún tejado. Él tenía la sonrisa más bonita y cada motivo que me daba por estar ese instante mirándome, era suficiente. La vida tiene algo para ti. Tal vez la chaqueta. Quien sabe si un corazón.

Se que todavía es demasiado Octubre para estar escribiendo que tengo miedo a acostumbrarme a ti. Demasiado pronto para perder el tiempo escribiendo suposiciones cuando podría perder el tiempo diciéndote que me has devuelto (o mejor dicho, que me has quitado) las ganas de no querer otras manos.
Pero nunca nada es demasiado, cuando tu eres más que suficiente. Así que mejor sigo así, callada, haciéndote pensar que no soy del todo tuya. Seguro que de ese modo no se te van a ir las ganas de luchar.