Porque se escribe A M O R, separado. Como nosotros. Tan contigo y tan sin ti que ya no sé con que preposición describirte. Es como escribir amor juntos pero dudando separados, como estar a milímetros pero sentirnos a kilómetros, al borde del vacío. Como tocarnos hondo pero llegarnos poco. La mala sensación de tocarte dentro y no llegarnos ni a la piel. Como cuando estás a punto de soñar y te despiertas. Como vivir de un sol que no calienta, como esperar lo que quieres y recibir lo que no esperas. Como ir a buscar amor en la nevera, y encontrártelo congelado. O como tus manos, temblando, consiguen que me acabe derritiendo.
Yo, nos quiero juntos. Así que aquí estoy, desafiando la ley del amor paralelo y los intentos perpendiculares, escribiendo amor junto y equivocándome.
Porque se escribe a m o r, así, separado. Como nosotros. Por eso,
vamos a juntarlo. 
Que después de un paréntesis, escribir otro párrafo, también es bonito. Que el tiempo es el que pasa y el que sabe, y a veces, también el que decide...



Se me traban las piernas porque mezclo las palabras mientras me tiemblan la intenciones, no se como decirte que he superado antes la distancia a tenerte cerca, que a dormir sin ti. No se como escribir(te) sin que suene a precipicio, que tengo miedo de perder(te), que a veces sólo suena una canción y llegas tú, y te conviertes en mi mirada perdida del día. Mientras amanecemos en octubre, con la extraña sensación, que no existe el reloj si compartimos la misma almohada. No sé cómo decirte sin que suene difícil, que no te vayas. Que tengo un verano guardado para contarte mil batallas y que aún me sobra tiempo para vivir la guerra contigo. Que tu y yo separados, estamos mucho más cerca que otros muchos que están juntos. Nos gustaba ganarnos de madrugada y con las luces apagadas. Encontrarnos a oscuras con la boca y pensar que no había nadie mejor en ese momento que tú encontrándome, y yo dejándome buscar. Saber que no he sido la única que me estrellado en tus curvas, pero jurarte que sólo yo se matarme por (re)correrte sin límite de velocidad. Que rozarte es preguntarse dónde íbamos tan deprisa, queriendo dejarnos sin aliento en dos días para poder coger aire en cinco. Contradecirse era suspirarse al oído sólo una mínima parte de las ganas que me pierden. Abrazarse para no desgastarse. O apagarse por la distancia y encenderse con el tiempo. Muchas formas complicadas de buscar una explicación y sólo una palabra para intentarlo.
CONFIANZA. 

(Nos volveremos a ver porque siempre hay un regreso)

Y esa vez te tomaré tan fuerte que no permitiré que nos volvamos a perder.
Un día la vida puso en mi camino un cielo. ¿Casualidad? ¿Destino? No tengo idea, pero parecía que nos conociéramos desde siempre y es ahí donde empezamos un conjunto de maravillosas experiencias, donde nos perdimos en la piel del otro y donde el viento soplaba a nuestro favor.
Una cosa puedo asegurar que es verídica, el alma nos ardía de amor.
Observar el paisaje a su lado ha sido el mayor placer que la vida me ha podido otorgar, pero así como un atardecer perfecto se desvanece en la penumbra, aquel puro y tan cálido amor se llenó de oscuridad infinita... y en aquel cielo ya no brillaban ni las estrellas.
Sus ojos se tornaron vacíos y con el paso del tiempo nos agarró la tormenta y naufragamos en un mar de desprecio y soledad. Mis días se tornaron grises, pues mi vida estaba hecha a su lado, no podía imaginarme una noche sin su presencia, pero lo encontraré... Aquel mal tiempo pasará y seremos de nuevo él y yo, fundiendo nuestras almas con aquella pasión que nos consumía en aquel tiempo armónico.
La noche pasará, el sol se pondrá mas cálido que nunca y mi cielo brillará. Él, mi único cielo donde he podido estar en paz, mi incinerante amor. Nos encontraremos una vez más y esta vez al salir la noche no te irás... Nos quedaremos juntos y observaremos el alba.


A veces es mejor poner tierra de por medio y dejar que corra el aire. Aunque solo sea por volver a sentir esa sensación maravillosa de querer acortar milímetros a toda costa y devorarnos. A veces es necesario aunque duela un poco, descosernos y dejar de compartir el oxígeno para respirar por nuestra cuenta... Llenarnos los pulmones y echarnos de menos. Mirarnos tranquilos y quietos, cada uno desde su trozo de mundo, y dar tiempo a que los latidos se autorrevelen susurrando te amos al vacío. Hasta que la magia vuelva para salvarnos, aunque ya sabes que la magia sigue ahí, no se ha ido... solo que a veces le gusta jodernos un poquito. 
Si vas a quererla, quiérela bien. No estés todo el tiempo ocupado de ti, porque ella te necesita. No basta simplemente con quererla y ya. A ella hay que saber cuidarla. No es una mujer fácil de llevar, se molesta con facilidad, se irrita cuando ve que estás alrededor de más chica, es celosa, tiene un carácter demasiado fuerte, es peleadora, terca. Si, complicada, no puedes solo coger su amor y empaparte de él, tu también vas a tener que ceder, y eso te costará. Tienes que romper cada obstáculo para llegar hasta ella, ya que en su pasado la lastimaron varias veces. Tienes que convencerla y hacerle saber que tú serás diferente, que su historia será diferente, entonces ella se dejará llevar poco a poco.
A ella no le gustan las cosas neutras, para ella todo es blanco o negro, ya tuvo demasiado gris en su vida. Le encantará retarte, hacerse la dura contigo. Tu hazle un jaque mate en la cara, aunque se enfade, eso le gustará y te pedirá seguir la lucha, ella siempre o gana o empata, no se deja vencer tan fácil. Trata de entenderla, seguramente no será tarea fácil, pero merece la pena.
Hazle ver que su historia es una historia de locos. Ser raros, complicados, torpes y equivocarse más de una vez, será divertido. No sean como todos los demás, no se dejen llevar por las historias de amor que se ven en la tele, todas son iguales, la suya tiene que ser diferente. Tienes que ser su mejor amigo, con el que ella se sienta plenamente bien y pueda hacerse la tonta sin importar lo que tu puedas pensar de ella (lo que pensarás de ella es que está completamente loca, pero te gustará). Le encantará que le dediques canciones aunque no sepas cantar, ella tampoco seguramente sabrá, pero se pondrá a gritar una canción mirándote como si se dejara la vida en eso.
Ella no irá peinada todos los días, tampoco se maquillará, pero tu la verás bonita siempre, con pelos de loca y su cara totalmente limpia, solo con una sonrisa. Será pesada, de esas de las que te buscan hasta que te enojes y te entren ganas de matarla, pero a besos. Ella jugará con cada uno de tus puntos débiles, y lo que odias que ella te haga lo hará demasiadas veces para ver tu cara de enfado. Llegará un punto en que lo que no te gusta, ella hará que te guste. Te contará chistes malos que no tienen gracia pero solo con verle la cara mientras lo cuenta te partirás de risa junto a ella.
Cuidala siempre de los comentarios que puedan dañarla. A pesar de su carácter y su mal genio, ella es una mujer sensible, tierna, cariñosa y siempre te va a necesitar aunque ella lo niegue, porque su orgullo le impida pedirte ayuda. Cuida sus gustos, sus manías y sus vicios, quien sabe, quizás tu seas uno de ellos.
Cuidala de todos, incluso de ti.