Para hablar de los demás, hay que saber hablar de uno mismo...

Las personas más necias del mundo son las que quieren cerrar historias con puntos finales y tomar desiciones que el corazón no aprueba, son quienes inventan excusas como que el tiempo paso, el amor se murió y no hay nada mejor que sane una traición que el mismo olvido. Son realmente necias cuando fingen encontrar la felicidad en alguien más para no reconocer que todavía siguen pensando en su viejo amor, que aún lo sueñan, que todavía llorar por sus recuerdos, y se vuelven más expertas en el tema cuando ya no escuchan a su propio corazón y se mienten a si mismas. Y por primera vez, estoy hablando de mi misma, y que no quiero reconocer que todavía sigo pensando en esa persona y que su recuerdo es el fantasma que se aparece por las noches. Sí, esta vez soy yo la necia que no quiere oír a su corazón y que finge haber hecho borrón y cuenta nueva y acá nada paso. Mentira, en realidad pasaron tantas cosas... Tristemente soy yo, la que me miento todos los días para continuar, sin saber que día tras día algo de esa persona se impregna más en mí interior.





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